- “No hay dos territorios iguales, pero sí es verdad que existen desafíos y oportunidades comunes”
María Gafo, Jefa Adjunta de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea, participó la semana pasada en los Diálogos sobre el Futuro de la España Despoblada impulsados por La Moncloa en Teruel, y destacó el compromiso que las instituciones europeas tienen con el fenómeno de la despoblación, lo que les ha llevado a lanzar un Plan de Acción y a impulsar para el año que viene un Pacto Rural
- ¿Qué ha llevado a la Comisión Europea a implicarse de forma decidida con el tema de la despoblación?
- La Comisión lo que ha hecho ha sido reconocer el tema de la demografía, que es fundamental no solo para España sino para todos los países de la Unión Europea, y por primera vez tenemos una vicepresidenta que se ocupa de la cartera de Demografía y Democracia, y es dentro de esta cartera que se ha elaborado la Visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE, donde se presta especial atención a aquellas más remotas que muchas veces están afectadas por el desafío de la despoblación.
- Partió de una consulta pública donde un 40% les expresó su malestar por el abandono que sentían, ¿no?
- Sí, efectivamente, ese fue un resultado bastante chocante porque un 40% manifestó que se sentía dejado de lado por la sociedad y los responsables políticos, pero si miramos la gente que respondió de las zonas rurales remotas, se subió hasta el 56%. Las razones que indicaron para señalar este sentimiento se referían en primer lugar al deterioro de las infraestructuras y servicios, pero también le daban mucha importancia a que no sentían que los responsables políticos y las políticas tuvieran en cuenta sus necesidades. Esto es un sentimiento que es muy importante abordar a nivel europeo, nacional y también regional.
- Tras esa consulta este año la Comisión Europea lanzó una Comunicación sobre estas zonas rurales, ¿qué plantea la misma?
- Plantea un Plan de Acción Rural y allí incluimos nueve iniciativas emblemáticas y quince acciones de acompañamiento con el objetivo de conseguir, de aquí al horizonte del 2040, apoyar a las zonas rurales para que sean más fuertes, resilientes y prósperas. Por supuesto es muy necesario que las zonas rurales estén más conectadas y aquí miramos en especial a la parte de transporte y de conectividad digital. También proponemos un Pacto Rural, que es tratar de poner todos los niveles de gobernanza juntos a nivel de países, las regiones, los grupos de interés y las instituciones europeas. Vamos a celebrar un evento durante la presidencia francesa el año que viene y vamos a tratar de ver todos juntos cómo podemos remar en la misma dirección.
- ¿Se lanzará el Pacto Rural en ese evento?
- Estamos tratando de definirlo y lo que sí nos importa mucho es que todos estos actores que he mencionado participen y se comprometan a poner sobre la mesa medidas para hacer que nuestras zonas rurales vayan mejorando cada vez más.
- ¿Qué se conseguirá con ese Pacto Rural?
- Este Pacto Rural servirá en primer lugar para que las zonas rurales sientan que no están solas, que les estamos apoyando y que queremos que en el año 2040 sean más fuertes, más resilientes, más prósperas y estén mejor conectadas, y luego también para tratar de armonizar los esfuerzos y que rememos todos en la misma dirección, porque si no estamos perdiendo mucha eficiencia. Y luego también señalar que esto es solo el principio, es poner en marcha un proceso para seguir trabajando juntos en los próximos años, que se manifiesta en una mejora de las oportunidades de las zonas rurales. Es importante además que dentro de unos años vamos a hacer una revisión de todas estas acciones, y el resultado de esa revisión lo vamos a considerar en el próximo marco de programación, en los próximos programas y legislación del periodo 2028-2034, que parece lejos, pero no está tan lejos porque tenemos que empezar pronto a prepararlo.
- ¿De alguna manera España está liderando esta corriente en Europa?
- Sí, España es clarísimamente uno de los países donde ha saltado a la palestra política y mediática. También ocurre en otros países pero sí es verdad que España lidera, y en la consulta pública que utilizamos como base para la Visión, el país que más personas contribuyeron fue España. Pusimos también una iniciativa de talleres ciudadanos en la que proporcionamos material para que grupos por toda la Unión Europea elaboraran debates y luego nos transmitieran a Bruselas el resultado del mismo. Y también el país donde hubo más debates organizados por los propios grupos locales fue España.
- ¿Se tuvo en cuenta para la elaboración de la Visión a largo plazo?
- Efectivamente, nos lo mandaron y también hubo grupos de Aragón que contribuyeron, y luego todo lo hemos considerado para esta Visión que adoptamos en junio y para el Plan de Acción.
- ¿Las recetas han de ser para todos igual o hay que tomar medidas específicas y distintas para cada caso concreto?
- La problemática es muy diferente. Mientras en España y Portugal el fenómeno de la despoblación se viene produciendo desde hace muchas décadas, en otros países está ocurriendo a toda velocidad en años muy recientes. En Lituania por ejemplo en los últimos siete años las zonas rurales han perdido un 12%, que es una barbaridad. No hay dos zonas rurales iguales, tampoco aquí en España, donde no tiene que ver una zona de Teruel con otra de Almería, pero sí que es verdad que hay desafíos y oportunidades comunes. El tema de oportunidades laborales y de acceso a infraestructuras de servicio yo creo que son fundamentales; tenemos la nueva economía, la economía circular que es por donde queremos ir; el mundo del teletrabajo que ha hecho que también ahora durante la pandemia la gente esté mirando a las zonas rurales con ojos renovados, y creo que se abre un campo de oportunidades enorme. Comentar que este mundo digital permite que por ejemplo alguien de un pueblo de Teruel pueda vender cerámica a cualquier parte.
- Siempre que tenga la conexión adecuada a Internet, claro.
- Siempre que tenga conectividad, y ahí se ha mejorado mucho desde el año 2011, pero todavía existe una brecha digital. Ahora mismo hay un 40% de las zonas rurales que no tienen acceso a Internet de alta velocidad. Hay muchas posibilidades y se está apoyando. Por ejemplo, en el Fondo de Recuperación y Resiliencia para mejorar esta situación, y no es suficiente porque también está la formación digital.